12 febrero 2007

... las mil y una noches...


Muchas historias parecen haber nacido como ficciones independientes transmitidas en forma principalmente oral, y luego terminaron absorbidas por el por cierto muy flexible corpus de las Noches. Por ello, haríamos bien en considerarlas una obra colectiva cuyo autor es el conjunto de la gran civilización medieval árabe.
Este proceso podría haber continuado hasta el infinito, hasta convertirse en el Libro Total, el libro que contuviese a todos los otros: idea ésta muy propia de un gran admirador de la obra, el escritor argentino Jorge Luis Borges.
Los cuentos de Las mil y una noches están narrados por una legendaria reina llamada Scheherazade dentro de una trama global que aparece ya al principio del libro y proporciona el contexto adecuado a los diversos relatos que encierra
Son cuentos que surgen uno del otro, como cajas encerradas en otras cajas. En el primero, se cuenta que el sultán Schahriar descubre que su mujer le traiciona y la mata.
Creyendo que todas las mujeres son igual de infieles ordena a su visir conseguirle una esposa cada día, alguna hija de sus cortesanos, y después ordenaría matarla en la mañana.
Este horrible designio es quebrado por Scheherezada, hija del visir.
Ella trama un plan y lo lleva a cabo: se ofrece como esposa del sultán y la primera noche, logra que el rey la sorprenda contándole un cuento a su hermana.
El sultán se entusiasma con el cuento, pero la muchacha interrumpe el relato antes del alba y promete el final para la noche siguiente. Así, durante mil noches. Al final, ella da a luz a tres hijos y después de mil noches y una, el sultán conmuta la pena y viven felices (con lo que se cierra la primera historia, la de la propia Scherezade).
Las historias son muy diferentes. incluyen cuentos, historias de amor, tragedias, comedias, poemas, parodias y leyendas religiosas musulmanas. Algunas de las historias más famosas de Scheherazade circulan en la cultura occidental traducidos como Aladino y la lámpara maravillosa, Simbad el marino y Alí Babá y los cuarenta ladrones; sin embargo, Aladín y Ali Baba fueron añadidos a la compilación en el siglo XVIII por Antoine Galland quien las escuchó de forma oral de un cuentista de Alepo en Siria.
En muchas historias se representan a genios, espíritus fantásticos, magos y lugares legendarios que son mezclados con personas y lugares reales; el histórico califa Harun al-Rashid es un protagonista usual.
A veces algún personaje en los cuentos de Sharazade comienza a contarle a otros personajes una historia propia, y esa historia puede incluir otra historia dentro de ella, lo que resulta en una textura narrativa jerárquica.

El núcleo originario fue hindú y se enriqueció en Persia. Del siglo IX procede la primera traducción al árabe con el título Mil noches, que siguió ampliándose con nuevos relatos, sobre todo, de origen egipcio y árabe en general. En torno al 1400, bajo los mamelucos, el texto se fijó, aunque siguió retocándose.Al igual que el Calila e Dimna, fue una de las colecciones de cuentos orientales que se difundió mucho por Occidente a lo largo de la edad media y sus temas aparecen en cuentos de diversos autores. Pero su consagración llegó con la traducción al francés del orientalista Antoin Palland, que realizó de 1704 a 1715 con el nombre de Noches arábigas. A partir de este texto, las traducciones a otras lenguas europeas se multiplicaron. Famosas son las que realizaron los españoles Vicente Blasco Ibáñez y Rafael Cansinos-Assens.

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